viernes, 29 de junio de 2012



Las últimas veces, las fechas de caducidad y los finales. 

Llega la hora de todo ello, de la última vez que cruzas una determinada puerta, la última vez que duermas en ese piso que es tan tuyo, la última vez que paseas por esa calle, la última vez que vuelves tarde a casa, tu casa, la última vez que eres 100% libre, la última vez que solo dependes de ti, la última vez que ves como anochece, que sientes la suave brisa.. 

La fecha que se puso hace 3 años, ha tomado todo su poder, ha llegado, ha irrumpido, y no puedes hacerte el sordo, porque sabías que estaba ahí, tan solo ha sido paciente, y te ha dado ciertos días de margen. Supongo que habrá que dejarla entrar, de todos modos, no es su culpa. 


El final, el final de una etapa que te ha hecho madurar, que te ha hecho crecer y que llevarás contigo siempre, una etapa que jamás puedes olvidar, porque gracias a ella, eres lo que eres y lo que serás. 

"No quiero que vengas, por que entonces, tendrás que irte" Eso es lo último más bonito que he oído, y por lo que siento unas terribles ganas de pegarme a un suelo del que tanto he renegado. ¿Porqué narices todo lo bueno, todo lo que te hace sentir bien, llega tarde, mal y se va tan pronto? Seguramente, por que así, se convierte en algo, justamente importante y maravilloso, no tienes tiempo de estropearlo, así que, es algo perfecto, pero que jodido.

Gracias, gracias, por esos paseos, por esas brisas, por esos enfados, caprichos y antojos, por esos besos, esas noches y esas mañanas, por esas lunas, esos ojos y esas canciones, gracias por ese aprendizaje, por esas sonrisas y por esos abrazos, por esas voces, por esos enanos y por esas locuras, gracias por acogerme.

Mierda, se me han vuelto a emborronar los ojos.. cómo os quiero, como te quiero, como lo voy a echar de menos, qué difícil va a ser todo.. 

lunes, 4 de junio de 2012

Llega un punto, en el que te cansas de melosidades, de tristezas y del gris. Quizá sea la gente, el ambiente, los cambios, las despedidas, las etapas, los vértigos, las aventuras, quizá solo sea la madurez. No he crecido a lo largo de 21 años, he crecido en un mes, he crecido tanto, que ahora sé de lo que soy capaz, de lo que puedo conseguir, de lo que puedo perder si arriesgo, sé cómo soy, que quiero y cómo lo quiero. Pero aún así, sigo teniendo miedo. 

Asomas la cabeza por la ventana, y sientes la enorme y cálida brisa del mar, casi hasta lo hueles, y entonces te das cuenta, que ésta será una de las pocas veces que sentirás el mar tan cerca, da tanta paz.

Durante muchos días, durante mucho tiempo, he añorado determinadas cosas, actitudes, palabras, acciones, lo he añorado por mucho tiempo, pero es que, he de sentirme viva por añorar eso, por que hay personas, que jamás lo tuvieron y no podrán añorarlo, que egoísta puedo llegar a ser. 

No pretendo dar lecciones de vida, ni mucho menos, me debe tantas lecciones la vida que soy  la menos indicada para hacer alarde de ninguna de ellas, pero puedo decir que, hay cosas que siempre se repiten.