lunes, 28 de octubre de 2013

Esta es la canción de las noches perdidas, si quieres, te la cambio por un rato en tu cama. .

Aunque no se había ido, ya no estuvo más. No sé bien cuánto duró su ausencia, ni sé lo que tardé en dormirme por mi misma, y no gracias a mis lágrimas pero sé que como siempre, no lo olvidé.

Seguramente nos rozarán otros dedos y nos besen otros labios, nos guíen otros cuerpos y nos atrapen otras mentes, y seremos tú y yo, pero con ellos, aunque yo seguiré aquí. Siempre lo he estado, aunque a por mi, nunca haya vuelto nadie. Es una especie de espera permanente, que puede que algún día acabe, pero creo que ya no sería yo.

Aunque siempre es lo mismo, nunca es igual, jamás, jamás duele de la misma manera.

Esto, es algo que hacemos siempre, todos, porque gracias a todos aquellos que pasan por nuestros corazones, somos lo que somos con quien estamos, y siempre algo, nos devuelve a la mente a una de todas esas personas con las que compartimos más que unas horas. Pero nunca volvimos la vista atrás, a pesar de las promesas de no soltarnos nunca que nos habíamos hecho.

Aunque siempre es lo mismo, nunca es igual, jamás, jamás duele de la misma manera.

Esto ha sido extraño desde el principio y yo, me dejé llevar. No lo controlé, no supe cuándo, ni cómo echar a correr en dirección contraria, con lo experta que yo era en eso. Esquivaste mis ataques de ira y también los de miedo, supiste como mantenerme cerca, aunque no estuviésemos así en demasiado tiempo. No te ibas y yo jamás me fui, pero ya no estábamos. 



Y te cuento esto de madrugada, porque es cuando más cerca te siento, teniéndote tan lejos. Porque suena, mucho más desesperado. Y miento, como mienten todos los boleros.

martes, 24 de septiembre de 2013

Se aferra el corazón a lo perdido, todavía una canción de amor.

Dime adiós. Dímelo porque si no, no podré irme. Y aunque sea lo que menos quiero es lo que más deseo. Necesito desaparecer y no tener nada por lo que preocuparme. No sé qué será de nosotros más allá de esto, creo que nunca deberíamos haber ido contra  la barrera que teníamos delante de nosotros y al final míranos.

Déjame ir, no vengas a por mí, no busques nada de mí, pensándolo bien, hace tiempo que ya no lo hacías, entonces, dime adiós.


Aquí no hay finales, porque nunca hubo principios. Aunque me encantaría saber qué hacemos todavía aquí, es tan absurdo. No se trata de valentía, tampoco de miedos. Creo que es costumbre, y las costumbres son tan difíciles quitárselas de encima.

Recuerdo que soy la que luchaba, recuerdo que soy la que pedía presencia, ahora me voy y sabes tan bien como yo que me dejarás ir, como siempre.


Hay un principio para mi muy cerca, necesito ir.



Todos los finales son fatales, sino sabes que vendrá.
Todos los principios son finales, disfrazados de oportunidades.

martes, 17 de septiembre de 2013

No quiero que venga el destino a vengarse de mi. .

Pasa que pasa el tiempo. El tuyo, el mío. Pasa nuestro tiempo y si no fue, no será, porque el tiempo arrasa con todo a su paso y no sabe guardar en los armarios. Como cuando cambiamos los abrigos por los vestidos cortos. Nos quedamos viendo como pasa, y fuimos capaces de dejarlo ir, sin tener la certeza de que nos volviera a enfrentar. Y me he prohibido. 


 Me he prohibido recordarte, a ti y a todo lo que me llevase hasta a ti, me lo he prohibido por obligación. No me había dado cuenta, hasta que hoy cuando me has venido a la mente por qué sé yo, me he callado, y he esquivado el recuerdo. Me obligué a olvidar tu voz, y acepté que ya no estarías entre mis contactos más recurridos, me resigné a dejar ir con el viento, y con el tiempo, tu esencia. Pero te busqué.

Te busqué, durante no sé cuantas noches, en no sé cuantas sonrisas, y creo que al menos en catorce espaldas diferentes, y hasta cuando supe que ya no te buscaba, te recordé. 





Todo fue muy diferente, siempre estuve a la deriva y ahora que creo que me estabilizo me encuentro extraña. Parece que la calma no es tan buena, al menos después de tanta tormenta y en un primer momento, será cuestión de costumbre, supongo. Como ver que ya no estás, aunque vayas volviendo, de vez en cuando.

No soy de destinos ni creencias. No será lo que no ha sido. 

martes, 27 de agosto de 2013

Hacía frío.. y restos de olor a café. .

Al final del día, ¿qué te queda?

Aprender aprendemos día a día. Nos equivocamos constantemente, y por ello aprendemos, por tanto de algo malo, sale algo bueno. He aprendido que te das cuenta de los errores cuando ha pasado un tiempo, cuando te ves la herida o mientras observas alguna cicatriz, una lástima que ciertas cicatrices, sean invisibles a la vista. Te das cuenta que te has equivocado, cuando has actuado, por eso siempre hay que hacer aquello que deseamos, ya veremos si tenemos que arreglar algo o disfrutarlo. Ahora mismo estoy en reparaciones. .



También nos equivocamos cuando nos dejamos llevar por lo que sabemos, porque olvidamos que no lo sabemos todo, y posiblemente estamos esquivando conocer, aprender algo completamente diferente que nos haga pensar que lo hasta ahora conocido, era simplemente un paseo. Una pena que no haya nadie, ni nada, más que nuestro propio instinto, a veces contagiado por nosotros mismos, que nos diga qué hacer o hacia dónde ir. Por eso yo, me voy. 
Con un vacío en el estómago, con un nudo en la garganta, con un hilo lacrimógeno asomando en mis ojos, con las manos en los bolsillos y la sonrisa escondida en una de tus caricias. Con el recuerdo como cuchillo y el deseo como anhelo. 

Me voy, porque necesito huir. Porque siempre huyo, hasta cuando me huyen. 


Me fui. 

lunes, 29 de julio de 2013

"No sé que acabó sucediendo, sólo sentí dentro dardos. ."

Corro y no por no necesidad.

Me invade un miedo atroz a tu llegada,
igual que el que siento antes de que te vayas,
como el que me encoge cuando ya no estás.

Porque si te vas, ¿para qué volver? 
aquí siempre es lo mismo, siempre igual.
Sigo odiando tus ronquidos y anhelando el mar. 

No hay reencuentros porque sé que te irás,
para qué celebrar que vuelves, cuando ni siquiera estás.

Como cuando descubres que los fantasmas son de verdad,
pero que disfrazados de personas van. 
O cuando te llega una llamada que no podías dejar escapar, 
y sin quererlo se te paraliza el alma.

Igual de inmenso que el alcohol en las heridas, 
o en las copas del bar. Igual de inútil que los besos que sin querer das.
Como las faldas que el aire deja levantar y las sonrisas 
que caminan por caminar.

No corro huyendo, ni para entrenar.
Corro porque es mi fórmula para dejarte marchar. 
Para sentirme más culpable, para no odiarte jamás.
Corro porque me lo dijeron tus ojos la primera noche, después de trasnochar.

Y me elevo en mi huida, no sé cuál será el final.
Salto, sin girarme hacia atrás, por si de repente, te apetece estar.




Miento si me olvido el verbo esperar.


miércoles, 17 de julio de 2013

"Yo solo busco. . que me tiemblen las piernas. ."

"Sólo debemos saber cuales son los límites del otro, que no debemos sobrepasar y llegar al punto idóneo para sobrepasarlos juntos."

No soy, ni lo pretendo, una crítica literaria, pero sí me gusta canalizar y explorarme cada vez que leo un libro, una saga o cualquier peculiar novela. Una especie de introspección, en la que tenga la oportunidad de contemplar qué me han aportado las aventuras y desventuras de unos seres ajenos a mí, posiblemente irreales, un ejercicio en el que seguir convenciéndome del hecho que leer, es la mejor manera de crecer, en todos los sentidos.
En este momento acabo de cerrar por la última de sus páginas, el último de los libros de la trilogía más oscura y eróticamente revolucionaria, según la mayoría de sus lectores y críticos, no digo que no sea así. Supongo que habréis averiguado de qué novela os hablo, correcto; Fifty Shades Of Grey, en su versión Castellana.

He acabado concluyendo, lo que ya pensaba a medida que avanzaba en el primer libro de la trilogía, que todos somos un poco Cincuenta Sombras, y que de eso no se libra absolutamente nadie.

Adoro leer, pero a mi modo, no soy de las que devoran, no me ha gustado nunca, para mí los libros son como una pequeña relación, me absorben, necesito necesitarlos, me llevan a un momento de paz increíble y me hacen querer más y eso no concuerda con devorar, a mi modo  de verlo, porque yo, necesito que no acaben, tengo un miedo atroz a los finales, a saber que ya no hay más. Así que, leo tranquilamente, dejándome con ganas de más, hay quien puede verlo como una especie de castigo, para mí, es una forma de alargar esa extraña relación y alejar el fin.

Acepto, que también soy de las que leen el final antes de llegar, y de las que no les importa que le destripen la historia, eso no me impide leerla y disfrutarla, sé que todo este modo de entender los libros es confuso, pero yo lo disfruto.

Además, odio leer libros que estén en boca de TODO EL MUNDO, nunca mejor dicho. Supe que leería esta trilogía, pero también supe que lo haría cuando la mayoría de todos sus lectores fueran por su tercera vez o los tuvieran ya acumulando polvo en la estantería de libros desconcertantes.



Voy al punto, “Bien hecho Sra. Grey” (acabo de recordar esta frase)

Ya he mencionado, que creo que todos somos un poco Cincuenta, no es que todos tengamos ese pasado, fijo que alguno puede haberlo tenido, lo dudoso es haber salido tan airoso y triunfador, ese quizá es el punto más fantástico de la historia, porque perdonadme, pero el tema sexual, tampoco es tan fantásticamente enriquecedor, aunque no dudo que numerosas parejas han descubierto otro modo de disfrutar el sexo, eso que tanto escandaliza, en mayor medida a las mujeres, y que seguramente por eso, se hayan, nos hayamos vuelto locas cuando descubrimos el contenido sexual y explícito en esas páginas. Supongo que esto habrá abierto muchas mentes y también habrá ruborizado y escandalizado otras tantas, pero chicas, creedme, a todas nos gusta duro y también no tan duro y a todas, segurísimo, nos gustaría experimentar algunas de las escenas relatadas, si es que no las hemos experimentado ya. Siempre desde el deseo y el consenso de la pareja, personalmente no me veo como una dominante y os aseguro que mucho menos una sumisa, me pierde la boca y soy de las que rechistan hasta desquiciar, pero todo radica en encontrar el punto que nos lleve al placer, como habréis visto, ambos ceden, ni sumisión ni dominio, ni únicamente vainilla o vainilla sex.

Como siempre, todo tiene un término medio. Ni el querido Grey es un monstruo, descorazonado, ni Steele una chica modosa, considerada, sobre todo, consigo misma. Pero perdonad, es ella la que demuestra, que a veces para llegar a algo, debes olvidarte del resto del mundo y buscar bien en el fondo el equilibrio, ponerte tal vez un puntito en la boca, por más que quisieras rechistar, pedir, o necesitar saber. Al final con un poco de confianza en uno mismo y en el otro, todo fluye.


Tal vez ha sido la horma perfecta al momento en el que yo me he encontrado mientras he ido leyendo este libro, pero la entendía a ella perfectamente, siempre, yo soy prácticamente igual, indago, indago, hurgo, espero, desespero, espero, busco explicaciones e intento encontrar lo bueno, lo noble, lo real que el otro esconde bajo su faceta de cruel, desolador, desconcertante y desquiciante, pero en ocasiones adorable ser. Yo también he muerto  esperando una respuesta, todas lo hemos hecho alguna vez. Todas nos hemos vuelto locas intentando comprender qué es lo que tan mal estamos haciendo, porqué de repente han cambiado su comportamiento, porqué han decidido una cosa u otra que irremediablemente nos afecta de manera directa a nosotras. Todas hemos creído morir al abandonar a alguien, todas hemos creído que jamás iban a volver, y tal vez no hayan vuelto, pero eso en cierto modo es porque tal vez no era vuestro Christian.

Aunque siento deciros mujeres del mundo, que Christian tampoco es que vayáis a tener ninguno, cada una tenemos a nuestra versión de Christian, todos son un poco iguales, todos tienen un poco del propio Christian, todos son un poco miedosos, todos son bastante pervertidos, esta quizá es la parte que más compartan con Christian, si os gusta, sólo tenéis que ayudarlo a que os la muestre. Todos son un poco obsesos del control, por alguna razón y en algún momento. Y todos son un poco capullos, porque en algún momento, una de nosotras le hizo bastante daño, (en cualquiera de nuestras facetas, madre, hermana, amiga, novia, vecina, extraña…) el suficiente como para que tal vez tú, sólo seas una más con la que desahogarse.


Por otro lado, todas somos un poco Anastasia, sobre protectoras, seguras de nosotras mismas cuando nuestro hombre está inseguro hasta de su sombra, puedes ser la mujer más insegura y miedosa de la faz de la Tierra, si tu hombre también lo es, te convertirás en la seguridad personificada, con la intención de que él, se sienta seguro, tranquilo y olvide sus miedos. Todas somos tercas y testarudas hasta la médula, nadie puede decirnos que podemos o no hacer, nosotras tenemos que verlo por nosotras mismas, nos ponemos a prueba constantemente y sobre todo y aunque ellos no vayan a percibirlo nunca, somos lo más pequeño, frágil y temeroso del planeta.

Ahora eso sí, creedme todas absolutamente TODAS, somos exploradoras sexuales, nos gusta el sexo y todas sus versiones, siempre que obtengamos placer, como vosotros, tanto o más que a vosotros mismos, cualquier mujer que niegue esto no está en sus plenas facultades, os lo digo de verdad. Demasiados clichés, pensamientos, culturas, pensamientos y lo que me queráis contar, pero a todas nos gusta el sexo y todas con este libro hemos descubierto que nuestros límites no es están claramente descubiertos con el vainilla sex, vamos que seguro que vuestras parejas aceptarían ser esposadas, atadas, cegadas, puede que alguna incluso azotada, siempre que vosotros sepáis hacer de ese momento tan íntimo algo realmente maravilloso. No somos una de vuestras fantasías, somos mujeres de carne y hueso, tenemos límites, necesidades, placeres y sensaciones y sobre todo sentimientos y puede que para algunas verse atada y “dominada” sea un paso que, si no sabéis como lidiar con él, pueda convertirse en algo plenamente frustrante.

Ya os he dicho que en el sexo como en todo, son dos los que opinan, deciden y sobre todo, disfrutan.

En las relaciones, todas y en todos los sentidos, hay un punto intermedio para vosotros y para nosotras, encontrarlo es el objetivo de la relación.



Al principio de esta lectura pensé que estaba comprendiendo otros aspectos de la vida, del sexo, de las relaciones, pero a fin de cuentas todo era lo que yo ya sabía, con algunos matices, con algunos ciertos consejos, con algunos puntos de vista más aceptables que otros y sobre todo con la certeza que no todos somos lo que aparentamos ser y que todos somos lo que y como somos por alguna determinada razón. Solo necesitamos a alguien que piense que merece la pena invertir su tiempo en conocer el porqué.


Será porque me decidí a leer este libro atravesando un momento algo similar a lo que en él se describe, no exclusiva ni plenamente en lo sexual, por si hay algún extraño perverso/a haciéndose ideas en ese aspecto. Si es cierto que he ganado paciencia y he asentado comportamientos. Puedo decir que yo también he tenido que lidiar con fantasmas pasados, con luchas interiores, con inseguridades y miedos, yo también he sido la exploradora del verdadero ser de alguien y la diana del orgullo, ira, rabia, temor y deseo de ese alguien. Por eso os digo que todo está en encontrar el punto medio y que si no es posible, darse la vuelta y respirar, no es fallar es aceptar que esa búsqueda no es tú búsqueda. 

Todos somos un poco Cincuenta Sombras, creedme.


lunes, 3 de junio de 2013

Acaricias con los dedos, la esperanza muerta ..

Casi sin pensarlo, esta vez ha ocurrido sin aviso. Todo, desde el principio hasta el fin, el temido final. Fue contra ti misma, contra todas tus hipótesis, contra todos tus miedos y temores, se los llevó de un plumazo, para sin avisar, colocar un fino manto de nuevos temores, de nuevas dudas, de nuevos sueños e ilusiones que se irían con su suave caída de pestañas, se los llevaría como una brisa dulce una tarde de agosto, se lo llevaría consigo, para él o quién sabe para quien.

Y ahora que te sientas a pensar como no sentirte, recuerdas las infinitas promesas, las palabras que tanto asco te daban porque algo dentro de ti, te decían que no eran verdad, pero tú, te las creías, lo hacía tan bien. Y tú, tenías tanto miedo. Fuiste haciéndote pequeña, y eso fue lo peor de todo.

Cuando se fue, sin avisar, no sentiste nada, lo llevabas esperando tanto tiempo, lo increíble era que hubiese tardado tanto. Pero dentro de ti suplicabas por un intento más. Por que algo de ti se despertará bajo su piel, en lo profundo de sus sentimientos, por que un aroma un día cualquiera te llevase a su mente y entonces apareciera de nuevo. .

Como siempre lo esperaste demasiado y por esa razón, te obligaste a creer, no llegó nunca, se había marchado tan sutilmente como había llegado. Y te duele. Una vez más tienes que recomponerte. Hay alguien ahí fuera que está deseando verte. .



                                     

Inevitablemente mis ojos tiemblan, se empañan y cae una de tus lágrimas. .

sábado, 18 de mayo de 2013

"Soy el hombre invisible que una noche soñó un imposible parecido al amor. ."

Como cuando todos te disparan las bolas de pintura en el campo de batalla, como cuando eres la diana de todas las cosas increíbles, como cuando nada puede ir peor y empeora. Como la portadora de la ley de Murphy. Así. 

Así sintió tus palabras. Así se desmoronó, así dejó de sentirte y aún así te buscó. En cada palabra, en cada duda, en cada miedo, en cada deseo. Y en lugar de huir como habría hecho de ser justa consigo misma, se olvidó de ella y fue a por ti, quería sacar ese monstruo que te envolvía y te impedía ser tú. Quería tu realidad, no la ficción que te habías empeñado en crear, para no tener que sufrir. 

Eras un cobarde y seguramente ella también lo fuera, por eso siguió buscándote. No vio que tú no eras su medicación, pero para ella, eras todo lo que la curaba. Eras peor que una droga dura, eras peor que un invierno en Alaska, eras tremendamente insufrible y altamente huidizo. Eras quizá, de todo lo que siempre había huido. Pero te buscó y no paró hasta volver a caer en tus brazos. 

La heriste, pero se le olvidó. También la amaste después. Eso también se le olvidó. Solo vivía recordando el pasado más inmediato, el resto le hacía demasiado daño. Decidió sobrevivir y quería hacerlo contigo. 

Ese fue su error. O puede que su mayor acierto.



"Si me provocan, yo también sé jugarme la boca, 
yo también sé besar."



domingo, 12 de mayo de 2013

"Se lo llevó, la tormenta y el tiempo, nada se pudo salvar.."


Sentir que mueres con cada palabra, que caes al vacío en cada espera. Sentirte perdida en cada agonizante conversación. Sentir que todo se vuelve oscuro, de repente, no hay luz. Pero tampoco estás. ¿Has estado antes? ¿Ha sido solo una ilusión? ¿Fue verdad?

Estuviste una vez, ¿con eso es suficiente? Me siento como una ligera pluma entre la suave brisa, buscando tu aliento, buscando un ápice de tu cariño, un momento real. Una ráfaga de comprensión.  Me he sentido suspendida muchas veces, pero ahora, ahora es tan diferente. Me siento pegada a ti, pero en el vacío. 

Caminando en equilibrio sobre la cornisa de mis sensaciones, dubitativa. No sé dónde dejarme caer, no sé donde hacerlo si no estás tú. Eras tan suave, olías tan dulce, sabías tan gloriosamente bien. Tu tacto, solo de pensarlo, resbala sobre mis mejillas uno de tus besos. ¿Qué ha pasado? ¿Cuándo alguien se vuelve tan vengativo? ¿Cuándo deja de vengarse? ¿Quién te hizo tanto daño?

Siento que desvanezco, siento que caigo, ya no veo nada, solo siento como la fría brisa seca mis lágrimas sobre mis mejillas y se las lleva con ella. Me has traído de nuevo todos mis fantasmas, yo no puedo con ellos, siempre me han ganado y ahora, no sé qué diablos hacer. Sólo quiero hundir mi cabeza en tus brazos, sentir tus palabras, perderme contigo. Pero estoy cayendo, no creo que sienta el golpe, no creo que duela más, que tus palabras, tan hirientes, tan verdaderas, tan jodidamente desgraciadas.

Solo quería decirte, buenos días amor. Y el día se torció.

viernes, 10 de mayo de 2013

“Que me tiemblen las piernas, que seas de esos, que nadie recomienda”.


¿Y no es algo casi fantasioso, que cuando tú llegues, yo esté dispuesta a todo contigo? No es algo imposible. Dejemos los clichés, los formalismos y disfrutemos. Seamos lascivos, pervertidos y volvámonos locos, no es tan extraño, justo lo contrario es lo anormal.

No te asustes si al llegar a casa hay un camino, hecho de ropa interior que llega hasta el salón. No te preguntes porque justo a las 14:00 hrs, casi no hay luz en casa, y no huele a comida. No cuestiones porque todo parece anormal, porque justo esto, es lo más normal del mundo.



Saltar sobre ti, comerte la boca, morderte la vida y quedarnos a ver las agujas del reloj, correr.

domingo, 28 de abril de 2013

Cuando brille el sol. . olvídate de mi.


Llego aquí hoy, porque he escuchado unos comentarios, que me parecen absurdos. ¿Qué nosotras somos obtusas en cuanto al sexo? Pero por favor, estamos en el 2013, ¿de qué caverna han salido esos pensamientos?

Sí, nosotras también hablamos de sexo. Probablemente, más tarde que vosotros, seguramente cuando tenemos cierta experiencia y podemos “comparar” situaciones, relaciones y personas. O formas de moverse, de tocarse, de hacernos llegar y de estallar.

Sí, a nosotras también nos gusta el sexo, solas y acompañadas. Y nos retorcemos con un mensaje inocente en el que nos digáis: “¿no quieres suaves mordiscos por todo el cuerpo, ni calientes besos cerca de tu cuello?” Pensándolo bien, de inocente, tiene bien poco. . También disfrutamos con eso, también nos gusta el sexo y casi con total seguridad, puede que más de lo que os pueda gustar a muchos de vosotros. No a todas de la misma manera, ni forma. Algunas más clásicas y reservadas, otras más innovadoras y al día. Unas más activas, otras más pasivas, pero a todas, al igual que a vosotros, a todas nos gusta. ¿De dónde salió la inútil idea de lo contrario?

A oscuras, con luz, a la luz del día o con velas. Explorando. A tientas. De pronto. Sin frenos. Despacio. Con tacto. Por la mañana, a media noche. En la ducha, en la escalera. .

Pero creo que en nosotras hay unos ciertos límites, entre lo que pueda ser la intimidad, el respeto, o seguramente el pudor. Una vez que todo eso está sobrepasado, o que sabemos cómo bordearlo, creedme, también hablamos de sexo.

No necesitamos una tirada nacional, explicando que tal día, a tal hora, tuvimos sexo desenfrenado.

 Malditos clichés.

lunes, 22 de abril de 2013

Labios de papel de fumar,sabios que no saben nada . .


He pensado que no sé si siempre es correcto agradecer lo que hemos vivido. ¿Porqué damos las gracias cuando es justo por eso mismo que hemos vivido, por lo que no nos atrevemos a volver a vivir algo similar? Puede parecer complicado, de hecho cuando me dispongo a teclearlo, no sé cómo expresarlo, sin que parezca una olla en pleno hervor.

Quiero decir qué, siempre escuchamos “gracias a lo que he vivido sé ..” “gracias a lo que viví..” Bien, toda etapa nos aporta experiencia, y ésta experiencia, nos afecta el resto de nuestros días, mi comecocos es ¿siempre es para bien?

Claramente creo que no, que debido a muchas de estas experiencias, a veces nos quedamos en el portal de otras nuevas, que parecen similares, pero que sin duda alguna, serán completamente diferentes. Aquí entra en juego la propia persona, su atrevimiento, su locura, su perdición, sus ganas de querer equivocarse o de comprobar que no era un error. De salir de ese umbral y experimentar de nuevo.



Entonces descubre que nunca debió haberse quedado rezagado y que “gracias” a sí mismo, descubrió una nueva experiencia, que aún hoy le hace sonreír.

¿Y tú, te atreves?




sábado, 6 de abril de 2013

"El amor, por parecerse al viento, parece que se ha ido, pero no se va"

Por eso creerás una sola vez, disfrútala, porque no habrá otra igual. Querrás en numerosas ocasiones, amarás en un sólo momento, intentarás olvidar de manera constante, no lo conseguirás. Lidiarás tu batalla, contra ti misma, y él, él no lo sabrá.

Recuerda, que nunca sonreirás como aquella vez, posiblemente, solo al recordar.

Mira "Ella amará a otro hombre" a YouTube

sábado, 23 de marzo de 2013

Se despista y gira el rumbo, se perdió en la levedad de nuestro mundo . .


Hace frío, ¿dónde estás? Calienta mis pies, no mi cabeza. Enloquece mis noches, maldice mis ausencias. Regálame calor. Calor del de verdad, del corporal, caliéntame. Sin miedo, a cualquier hora, no esperes mi señal, ataca. Sé un animal, salvaje. Actúa por naturaleza, no pienses.  

No prometeré nada, porque no quiero tener que reparar daños. Sólo sé, que estaré en casa, tremendamente seductora, e increíblemente inocente. No quiero darle tiempo a tus pensamientos, para procedimientos convencionales, olvida los saludos, los besos tiernos y las conversaciones tópicas, esta noche no quiero más que tu deseo de saciar.

No olvides que después, seré tan frágil que la palabra errónea podría partirme en mil pedazos, y tú, tu no serías el mismo. 

Caliéntame, queriéndome cada noche más, cada mañana, mucho más.


miércoles, 27 de febrero de 2013

“ Desde el balcón la vi, perderse en el trajín, de la Gran Vía. . ”

Ahí está, curvada cual duda al atardecer, encogida del frío cicatrizante que la rodea. La ves, desde lejos claro, la observas y no sabes lo que sientes. Analizas cada centímetro de todos aquellos que tú mismo un día pudiste recorrer, de los que recorriste. Repentinamente siente más frío del normal, te siente, te intuye, esboza una sonrisa, que tú, extrañamente imitas, pero no es realidad, su sonrisa viene marcada por la añoranza, por el miedo, las dudas y el peligro de arriesgar.

Acaricias en tu mente cada poro de su piel, absorbes tan profundo el aire, que sientes su olor en tu sien. Cierras los ojos, sabías que ahí estaría, dónde tú la dejaste, dónde tú, fríamente le pediste paciencia, tiempo y espacio. Y es cierto, ahí está enfundada en sus cascos color vacío, absorta en un mundo abstracto de palabras, ritmos y sensaciones, entre las que disgustosamente estás tú. Lo que no esperabas era lo que sucedió, lo que no querías era lo que tuviste. No habló, ni siquiera se quitó los cascos. Su mirada, la que antes te gustaba encontrar, la que le pedías observar, te bastó.

Te echó de menos, mientras te tuvo, mientras te tuvo sin tenerte, cuando te fuiste y ahora que la observas. Lo seguirá haciendo, pero tú eso, no tienes que saberlo. Gritará, saltará, sonreirá y tú también lo harás. La olvidarás, ya la has olvidado, y lo sabe. Y prefiere no recordar el corte de tu piel, la marca de tus labios, ni el cosquilleo de tu mirar, aunque inevitablemente, cada noche se duerme reconstruyendo minutos y palabras, maldice el miedo, la mentira y los pretextos. Echa de menos la cordura, las ganas y el deseo. La fuerza y la valentía. La presencia de tus palabras, las que le dijiste antes de irte. A aquel que la observa desde el muelle y que la ha olvidado.

Te echará de menos a ti.


Y ahí está, todos tenemos un sitio en el que sentirnos protegidos, entre la naturaleza, dónde sólo estás tú, no hay nadie, ni nada más. Y te sientes nuevo, tranquilo, dispuesto a enfrentarte de nuevo a lo que hay al otro lado de tu espalda, a lo que el mundo te tiene preparado.

Botas puestas, vamos allá.

miércoles, 30 de enero de 2013

. . Aunque sea una quimera, un tesoro en la encimera. .

¿Porque cuando hay algo que quieres que pase y lo único que se te ocurre para que eso sea así, es imaginar, y justo eso, lo que siempre haces, hoy te es imposible?

Imaginar ese momento, cómo te gustaría que fuese o qué te gustaría que pasara. Te gustaria eso, imaginar, pero algo pasa, porque eres hasta incapaz de pensar en eso.
Tú, que pasas los días soñando. Tú, que sólo esperas y te olvidas de actuar. Tú, que sonríes dibujando en el aire.

Hoy nada pasa por tu mente, y si algo pasa es sin parada. Hoy que quieres evadirte de todo. Hoy que necesitas esconderte en un mundo imaginario, hoy, otra vez, estás en blanco.

¿Porqué? ¿Qué significa que seas incapaz de "soñar"? ¿Porqué hoy, no puedes pensar en nada? ¿Porqué tu mente permanece en la realidad?

Como cuando sin esperarlo, te dice que te quiere.

viernes, 11 de enero de 2013

"Me pierdo si me dejas, me encuentro si me rozas."


A oscuras, dónde sólo leen las manos, como un mensaje, secreto, en braille.

Que bailen tus dedos, que se deslicen los mios, que dibujen armonía, que disfruten, y nos hagan disfrutar. Que escriban, y no borren, que arañen acariciando. Que hablen con nuestro cuerpo, que callen nuestras bocas, que jueguen a perderse, y pierdan encontrándose. Que nos protejan del frío cortante, que nos den locura, que nos vuelva imposibles, que resuelvan los conflictos.

Camino a paso holgado, no corro, pero no doy frenazos, me paro a cada instante, pero soy suave, observo las vitrinas, las luces, los neones, las ofertas, el 2x1, el premio gordo y al gordo que lo lleva.

He decidido sentarme, en pleno puerto, a 14 de Enero, no son fechas para sentarse en el puerto. Ya sabes, o tal vez no, soy testaruda. A riesgo de un catarro, quiero ver desde aqui el atardecer, desde lo alto. No te estoy esperando, no temas.

Arriba, paso firme. Sonrio, sonrio al oir una canción, un claxón, el gentío, la mezcla de voces y la ausencia de palabras, de una gran ciudad. Todos hablan con un aparato, no con sus iguales, somos robots. Yo hablo conmigo misma, a cada paso que doy, es un pensamiento a desentrañar. A ellos, no los juzgo, no es apropiado, a fin de cuentas, me hacen sonreir.

Ya estoy en casa, a oscuras. Si mi madre la viera. . He dejado todo tirado a mi paso. Me cubre tan solo, la sudadera y los calcetines. Me he anudado el pelo, parece que aqui dentro, me siento más libre.

Observo mis manos, mis dedos, que saben leer braille, sólo sobre tu cuerpo, demasiado listos. De repente pienso: "14 de Enero, y yo en sudadera y calcetines" pongo la calefacción.

No quiero ser nada tuyo, no quiero que un dia me pertenezcas, pero ellos, no opinan lo mismo. Y se tropiezan con tu espalda.

Buenas noches, nos hemos dicho, sin hablar.

martes, 1 de enero de 2013

De cero.

Me gustaría hacer balances, recordar lo bueno y no olvidar lo malo, gracias a lo cual, he podido aprender más de mi misma y de lo qe en realidad es la vida. Pero me siento paralizada, el fin de un año me produce pena, como si me estuvieran arrancando algo que está plenamente unido a mi, como si quisieran robarme algo que me hace feliz y me obligasen a empezar de cero, con el vértigo y el miedo que eso da.

Es una de las pocas veces que estoy en blanco, que no sé qué decir. Contar las alegrías o las penas está de más. Me quedo con todo lo bueno que cada momento me ha dado. Si alguien se fue, es pq quizá su tiempo se agotó, así que aprovechad al máximo el tiempo con todos y cada uno de los que a vuestro lado están, contad conmigo.

Pero si hay algo que destaco de este año, que hoy sí, ya ha pasado, es lo que he conseguido, por lo que tanto me he esforzado, gracias a lo que a tantas personas he conocido y lo que tantas experiencias me ha aportado, SOY DIPLOMADA, SOY MAESTRA! Y puede qe no sean los mejores tiempos para esta profesión, pero no seamos pesimistas, acabamos de empezar el año ;)

Gracias a todos los qe habéis compartido conmigo estos 365 días, los q habéis estado  desde el primero al último, los que aparecistéis con el sol primaveral, el calor veraniego y el triste otoño. A los qe me hicieron conocer a otras personas y que así también formaran parte de mi año. A las bonitas casualidades y a los encontronazos repentinos, a la lentitud y a todo TODO, lo que cada uno de vosotros me habéis aportado, pq he crecido gracias a vosotros y también con vosotros.

Por desear, puedo desear numerosas cosas, pero una de ellas es que, tengáis un año en el que cometáis errores, para aprender y crecer, en el que consigáis lo que deseáis y en el que lucheis por seguir siendo como sois.

Feliz 2013.

Pd: Parece qe estar en blanco es una buena inspiración, en 3 días a ver como os agradezco estar en mis 22. .

Besiitos Bonitos :)